¿Alguna vez has sentido un escalofrío recorriendo tu espalda al ver una rodilla? Puede sonar extraño, pero para algunas personas, el miedo a las rodillas o la genufobia es una fobia real y debilitante. En este artículo, exploraremos esta peculiar fobia y descubriremos qué la causa, cómo se manifiesta y cómo se puede tratar. Si alguna vez has sentido un cosquilleo en tu piel al pensar en una rodilla, ¡sigue leyendo!
La palabra genufobia, el miedo a las rodillas, proviene del latín. suficiente que significa rodilla y griego Fobos lo que significa miedo o profundo disgusto. Una persona con genufobia tiene un gran miedo a las rodillas o a las lesiones en las rodillas. La mayoría de las veces ocurre después de una lesión en la rodilla propia o de otra persona, pero también puede haber varias otras razones por las que ocurre esta fobia algo inusual.
La rodilla humana es una articulación compuesta y modificada y también resulta ser la articulación más grande del cuerpo humano. Entre 1999 y 2008, se produjeron más de 6,5 millones de lesiones de rodilla en las salas de urgencias de Estados Unidos. Las personas de entre 15 y 24 años sufrieron la mayor cantidad de lesiones de rodilla.
Los genufóbicos encuentran sus rodillas demasiado sensibles o repulsivas. La sola idea de mirar sus rodillas puede desencadenar en ellos emociones fuertes, como escalofríos, temblores o un ataque de pánico en toda regla. La mayoría de los genufóbicos reconocen que tal reacción es irrazonable e ilógica, pero simplemente no pueden controlarla.
Exploremos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento de la genufobia.
Causas de la genufobia
La genufobia podría deberse a una lesión traumática en las rodillas o en las rodillas de otra persona. Es posible que un niño se haya lesionado gravemente la rodilla o haya visto la lesión en un ser querido. Un solo episodio puede ser suficiente para desencadenar una fobia en una persona ansiosa o sensible.
Castigos como arrodillarse durante largos periodos también pueden provocar miedo a arrodillarse. Arrodillarse suele verse como un acto de sumisión o servidumbre. El genofóbico relaciona el castigo con el sentimiento constante de miedo, ansiedad o abuso.
A veces la cultura puede ser responsable del miedo a las rodillas. Para las mujeres en particular, puede haber restricciones a la hora de exponer las rodillas. Los pantalones amplios y las faldas pueden ser las únicas opciones. Si no está familiarizado con las rodillas, puede pensar que son desagradables a la vista o poco atractivas. Si esa persona ve las rodillas expuestas, puede encontrarlas ofensivas o vulgares.
Las personas con trastorno dismórfico corporal, un trastorno psicológico que implica la percepción de que el cuerpo está deforme, deformado o de algún otro modo incorrecto, pueden preocuparse con la creencia de que algo anda mal con la forma o apariencia de sus rodillas.
Los padres que tienen fuertes temores a menudo pueden transmitirlos a sus hijos. Advertir constantemente a un niño que se proteja o cubra las rodillas puede generarle miedo a sufrir lesiones en la rodilla.
Los genes o la herencia también influyen en muchos trastornos de ansiedad. Algunas personas simplemente son más propensas a desarrollar problemas de salud mental. Un desequilibrio químico en el cerebro puede manifestarse en forma de diversas fobias.
Síntomas de genufobia
Los genufóbicos evitan los lugares donde la gente muestra sus rodillas desnudas, como playas o campos deportivos. También intentarán no mostrar sus rodillas. Muchos incluso evitan cruzar las piernas porque la presión en las rodillas llama la atención sobre esa parte del cuerpo.
A algunos genofóbicos no les gusta el verano porque es el mes en el que la gente se desnuda más las rodillas. Muchos evitan lugares como jardines de infancia y preescolares donde se cantan canciones como “Head, Shoulders, Knees and Toes”.
Las personas que sufren de miedo a arrodillarse también odian arrodillarse y evitan las iglesias o lugares de culto donde es obligatorio arrodillarse. Muchos evitan aceptar un trabajo o practicar juegos y deportes como la natación que requieren exponerse o arrodillarse.
Incluso la más mínima exposición de las rodillas puede desencadenar los siguientes síntomas físicos y emocionales en las personas genofóbicas:
Síntomas físicos
- Temblando o temblando
- Mareos o desmayos
- dificultad para respirar
- Opresión en el pecho
- Palpitaciones o taquicardia
Síntomas emocionales
- Miedo a la muerte o pensamientos de morir.
- Sentir una sensación de pérdida de la realidad o una sensación de desapego.
- Miedo a perder el control y avergonzarse
- Sensación de desmayo
En los niños, la ansiedad grave puede provocar la pérdida de la autoestima, la pérdida de amistades, la imposibilidad de alcanzar su potencial académico y otras dificultades futuras.
Tratamiento para la ansiedad de rodilla
La ansiedad se considera lo suficientemente grave como para ser tratada si dura más de 6 meses y causa problemas como dolores de cabeza, náuseas, problemas para dormir, conductas de evitación como no querer ir a la escuela o a la playa, etc.
Terapia de conducta cognitiva
La terapia cognitivo-conductual o TCC es uno de los mejores tratamientos para la genufobia, especialmente en niños. El objetivo del programa es enseñar a los niños a reconocer emociones como el miedo, el estrés y la ansiedad. También desafía las creencias asociadas con el nerviosismo. Finalmente, fomenta el compromiso gradual con el objeto o situación aterradora, en este caso las rodillas, de una manera más positiva. El terapeuta también enseña a los padres diferentes formas de interactuar con sus hijos y se concentra en ayudarlos a lidiar con las burlas, la resolución de problemas, etc.
Medicamento
En algunos casos, los médicos recetan medicamentos como antidepresivos o sedantes. Estos pueden ser útiles para controlar la ansiedad. Sin embargo, también se sabe que provocan efectos secundarios como somnolencia, aumento de peso, etc. Por lo tanto, a menudo se utilizan como último recurso para tratamientos a corto plazo y en dosis bajas.
tratamiento de autoayuda
Los adultos con ansiedad en las rodillas también pueden aprovechar las siguientes medidas de autoayuda.
Escribe un diario
Escribir pensamientos ansiosos puede ayudar a procesarlos. Aprendes a comprender que el miedo es ilógico e infundado. El Genupphobe también puede escribir afirmaciones positivas en el diario. Estos pueden incluir frases como «Soy fuerte», «Soy valiente» y «Soy valiente». Esta es una forma de programar el subconsciente para mantener a raya los pensamientos que provocan ansiedad.
exposición gradual
También puede resultar útil afrontar el miedo de forma gradual y positiva. Los adultos pueden comenzar escribiendo sobre las rodillas, mirando fotografías de rodillas y gradualmente pasando a tocar o ver rodillas. Esta exposición gradual puede ayudar a superar el miedo y la ansiedad hasta que pasen. A través de la confrontación repetida, aprendes a comprender que lo peor no sucederá. Con cada contacto, el fóbico se siente más seguro y en control, y pronto la fobia comienza a perder poder.
Técnicas de respiración
La simple respiración profunda también es una forma eficaz de lidiar con la dificultad para respirar que acompaña a la ansiedad. El genufóbico debe practicar inhalar y exhalar lenta, profunda y limpiamente hasta que pase el miedo.
Ejercicio
El ejercicio en forma de bailar, correr, caminar y nadar puede ayudar a controlar el estrés.
Relajación profunda
La meditación es una técnica de relajación que puede ayudar a prevenir la ansiedad. Con la práctica regular, incluso puede reconfigurar las partes del cerebro asociadas con la calma, la calma y la calma.
Lea los comentarios a continuación de otras personas que padecen esta fobia o comparta sus propias experiencias. Eche un vistazo también a la sección «Historias de lectores».
Miedo a las rodillas, fobia – genufobia
Genufobia, también conocida como miedo a las rodillas, es una fobia específica que afecta a muchas personas en todo el mundo. Aquí encontrarás las respuestas a algunas de las preguntas más frecuentes sobre esta fobia.
1. ¿Qué es la genufobia?
La genufobia es el miedo irracional y persistente a las rodillas o a ver las rodillas de uno mismo o de otras personas. Esta fobia puede manifestarse de diferentes formas, como evitar lugares o situaciones donde se muestren las rodillas, experimentar ansiedad intensa al ver o tocar las rodillas, o incluso puede llevar a ataques de pánico en casos extremos.
2. ¿Cuáles son las causas de la genufobia?
No se ha identificado una causa específica de la genufobia. Al igual que otras fobias, puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y experiencias traumáticas relacionadas con las rodillas.
3. ¿Cómo se trata la genufobia?
El tratamiento de la genufobia puede variar según la gravedad de los síntomas y las necesidades individuales. Las opciones de tratamiento pueden incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición gradual, técnicas de relajación y, en algunos casos, medicamentos recetados. Es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud mental para determinar el enfoque adecuado.
4. ¿Existen recursos y soporte para personas con genufobia?
Sí, hay recursos y comunidades de apoyo disponibles para personas que sufren de genufobia. Puedes encontrar grupos de apoyo en línea, foros de discusión y organizaciones que se dedican a ayudar a las personas a superar sus miedos. Es útil conectarse con otras personas que entienden tus experiencias y pueden brindarte apoyo.
5. ¿Es posible superar la genufobia?
Sí, muchas personas son capaces de superar su genufobia con el tratamiento adecuado y el apoyo adecuado. La terapia puede ayudarte a identificar y desafiar los pensamientos negativos y distorsionados relacionados con las rodillas, así como a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables. Recuerda que superar una fobia lleva tiempo y esfuerzo, pero es posible alcanzar la recuperación.
Si sufres de genufobia, no estás solo. No dudes en buscar ayuda y apoyo para manejar tus miedos y vivir una vida plena y sin limitaciones debido a esta fobia.
Fuentes: