El miedo es una emoción innata que nos ayuda a protegernos de posibles peligros. Sin embargo, cuando este miedo se convierte en una fobia que nos paraliza, podemos experimentar limitaciones en nuestra vida diaria. En el caso del abuso sexual, existe un término poco conocido pero muy relevante: agrafobia o contreltofobia. En este artículo, exploraremos en qué consiste esta fobia específica, cómo se manifiesta y qué estrategias podemos emplear para superarla. Si alguna vez te has sentido atrapado por el miedo al abuso sexual, ¡sigue leyendo y descubre cómo recuperar tu libertad!
La agrafobia a menudo se confunde con la agorafobia, que es el miedo a los espacios abiertos o llenos de gente. La agrafobia, por otro lado, es el miedo al abuso sexual. Esta ansiedad excesiva y persistente suele afectar a los niños pequeños, pero ciertamente puede persistir hasta la edad adulta. Es una fobia compleja que puede asociarse con varios otros trastornos de ansiedad y, a veces, con depresión.
La palabra agrafobia se deriva de la palabra griega agra lo que significa que algo está atrapado o atrapado y Fobos significa miedo o aversión. Hay muy pocos artículos y casi ninguna literatura psicológica profesional sobre esta fobia en particular. Es por eso que queríamos arrojar algo de luz sobre el tema para ayudar a cualquiera que esté luchando contra este miedo.
Causas de la agrafobia
Este miedo particular es más común en niños que en adultos. Como adultos, la mayoría de las personas pueden evitar posibles relaciones abusivas, o al menos tienen más posibilidades de hacerlo que los niños, por lo que la fobia al abuso consciente real puede ser menos común.
La mayoría de los agrafobios pueden haber sido provocados por un abuso sexual traumático en la infancia. Un niño puede haber sufrido a manos de un adulto y quizás incluso de uno de sus padres, lo que ha resultado en un trauma de por vida.
Una fobia también puede ser una reacción aprendida. Hoy en día, la mayoría de los padres advierten a sus hijos sobre el “buen y el mal contacto”. Estas cosas se enseñan incluso en las escuelas. Muchos adultos creen que cualquier contacto cercano con un niño por parte de adultos que no sean los padres y que no sean maestros podría constituir un comportamiento “abusivo”. Un cuidador puede expresar repetidamente este miedo hacia un niño. Luego, el niño desarrolla un miedo permanente al abuso sexual. Los padres, hermanos, abuelos, tíos y tías demasiado ansiosos pueden, sin saberlo, desencadenar un miedo profundamente arraigado en un niño sensible.
A veces, los genes o la herencia también pueden ser responsables de la agrafobia o la contreltofobia. Algunas personas simplemente son más propensas a la ansiedad.
Cuando un fótico experimenta por primera vez un ataque de pánico ante la idea de abuso sexual, a menudo responde «irrazonablemente». Los síntomas de un ataque de pánico pueden resultar muy embarazosos para la persona fótica. Debido a este único episodio, la persona comienza a temer que tales incidentes se repitan. Esto genera un fuerte temor de volver a verse en una situación similar.
El estrés en la vida puede ser un factor en el desarrollo de fobias. Esto puede ser estrés relacionado con el trabajo, estrés en las relaciones, etc. Un poco de estrés promueve el crecimiento y el progreso, pero el estrés prolongado y no tratado a menudo puede manifestarse en una fobia.
Las películas y los medios de comunicación también son responsables de la agrafofobia o la contreltofobia, ya que hay muchas historias que describen el abuso sexual infantil. Esto también podría ser un factor que desencadene la fobia al abuso sexual.
Síntomas de la contreltofobia
El impacto de una fobia en la vida de una persona depende de lo fácil que sea evitar el objeto o situación que teme. Como se mencionó anteriormente, a la mayoría de los adultos con ese miedo les resulta más fácil evitar relaciones que potencialmente podrían conducir al abuso. En algunos casos, el fótico puede hacer todo lo posible para evitar las relaciones en general o las relaciones románticas en particular. Los niños con esta fobia intentarían evitar encontrarse con ciertos adultos. Esto puede incluir profesores, conductores de autobuses, conserjes o personal de limpieza, entrenadores deportivos, etc. Si la fobia es grave, sólo pensar en estas personas puede desencadenar los siguientes síntomas:
Síntomas físicos
- dificultad para respirar
- Opresión en el pecho
- Respiración rápida y superficial
- Sudor
- Temblando o temblando
- Llorando histéricamente
- Sensación de desmayo
- Temblar
- Sofocos de frío o calor
- Sintiendo que te estás asfixiando
- Náuseas o vómitos
Síntomas emocionales
- siento que estoy huyendo
- Sensación de separación
- Miedo a la vergüenza
- Miedo a la muerte o a morir
Los síntomas muy graves pueden desencadenar un ataque de pánico en toda regla. Experimentar esto constantemente puede hacer que el fótico se sienta constantemente ansioso o avergonzado. Esto puede provocar ansiedad y depresión.
Una estrategia eficaz que suele desarrollar un fótico es evitar la situación por completo. Desafortunadamente, el comportamiento de evitación a menudo conduce a que los miedos aumenten y pronto tengan un impacto importante en todas las áreas de la vida.
Un niño con agrafofobia o contreltofobia no formará relaciones significativas con adultos que no sean padres, incluidos los maestros. Un adulto con esta fobia puede no ser tan vulnerable como un niño, pero puede tener dificultades para mantener la relación.
Tratamiento por miedo al abuso sexual
Para un niño con agrafobia o contreltofobia, la vida puede volverse miserable, viviendo con miedo, vergüenza y ansiedad constantes. Es posible que constantemente se sienta solo, avergonzado o asustado. Es importante que el niño pueda expresar estos sentimientos hablando con un adulto. Un terapeuta o un médico pueden ayudar.
Oportunidades de autoayuda
Los adultos pueden probar varias técnicas de autoayuda para controlar sus ataques de pánico. Llevar un diario o escribir un diario puede resultar útil. Hablar con alguien (un amigo o un médico) también puede resultar útil. La meditación, los audios de hipnosis, las afirmaciones, las visualizaciones positivas y los ejercicios diarios para el manejo del estrés son particularmente útiles. Las personas con esta fobia deben buscar ayuda profesional si experimentan pesadillas, dificultad para dormir, falta de interés en la vida, sentimiento de inutilidad o culpa, o se han sentido tristes o deprimidos durante mucho tiempo.
Terapia de conducta cognitiva
La terapia cognitivo-conductual, o TCC, puede ayudar a las personas con fobias a ver las conexiones entre pensamientos, sentimientos y conductas. También le enseña al fótico a desarrollar habilidades prácticas para lidiar con los ataques de ansiedad. Por ejemplo, podrías practicar la respiración profunda y consciente cuando surjan síntomas de ansiedad. Una parte importante de la terapia cognitivo-conductual es la desensibilización mediante la exposición gradual a la situación que teme. Un terapeuta guía gradualmente al paciente a través de diversas situaciones en las que siente que está siendo abusado. A través de la exposición repetida a la experiencia de enfrentar el miedo, uno puede obtener un mayor control sobre él.
hipnoterapia
Esta es otra posible forma de tratamiento para esta fobia. Llega a la raíz del miedo y ayuda a controlar los síntomas reprogramando el subconsciente.
Medicamento
En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos como sedantes o antidepresivos para aliviar la ansiedad. Sin embargo, muchos de estos medicamentos tienen efectos secundarios que pueden interferir con la vida diaria, por lo que la terapia con medicamentos, también llamada farmacoterapia, a menudo se utiliza como último recurso o para tratamientos a corto plazo.
Lea los comentarios a continuación de otras personas que padecen esta fobia o comparta sus propias experiencias. Eche un vistazo también a la sección «Historias de lectores».
Miedo al abuso sexual: agrafobia o contreltofobia
El miedo al abuso sexual es una realidad traumática para muchas personas. Este tipo de miedo puede ser tan intenso que puede llevar a desarrollar diferentes fobias relacionadas con la seguridad personal y los entornos en los que se produjo el evento traumático.
Dos de las fobias más comunes asociadas con el miedo al abuso sexual son la agrafobia y la contreltofobia.
Agrafobia
La agrafobia es un miedo irracional a ser abusado sexualmente. Las personas que sufren de agrafobia experimentan una ansiedad extrema al encontrarse en situaciones o lugares donde pueden sentirse vulnerables a una agresión sexual.
Esta fobia puede manifestarse de diferentes maneras, como evitar salir de casa, evitar lugares concurridos o rodearse de medidas de seguridad excesivas. Las personas con agrafobia pueden experimentar ataques de pánico o ansiedad intensa al enfrentarse a situaciones que perciben como potencialmente peligrosas.
La agrafobia puede ser causada por experiencias traumáticas previas de abuso sexual. Estas experiencias de abuso pueden dejar cicatrices emocionales profundas y generar un temor constante a repetir el trauma.
Si sufres de agrafobia, es importante buscar ayuda profesional para enfrentar y superar tus miedos. Un terapeuta especializado puede brindarte herramientas y técnicas para controlar la ansiedad y recuperar tu calidad de vida.
Contreltofobia
La contreltofobia, también conocida como vitrifobia, es el miedo irracional a encontrarse en situaciones y ambientes donde puede haber abusadores sexuales. Las personas que sufren de contreltofobia experimentan un miedo extremo a ser víctimas de agresión sexual.
Esta fobia puede llevar a las personas a evitar lugares y situaciones donde se sientan expuestas a cualquier riesgo de abuso sexual. Pueden evitar interacciones sociales o incluso restringirse en sus relaciones personales.
Las personas que padecen de contreltofobia pueden tener dificultades para confiar en los demás y sentirse seguras en entornos sociales. La fobia puede generar un aislamiento social y una pérdida de calidad de vida significativa.
Si te identificas con la contreltofobia, es importante que busques apoyo profesional para superar tus miedos y recuperar la confianza en ti mismo y en los demás. Un terapeuta puede ayudarte a entender las causas subyacentes de tu fobia y brindarte las herramientas necesarias para superarla.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los síntomas de la agrafobia y la contreltofobia?
Los síntomas de la agrafobia y la contreltofobia pueden variar de una persona a otra, pero pueden incluir:
- Ansiedad extrema en situaciones que puedan ser percibidas como potencialmente peligrosas.
- Ataques de pánico al enfrentarse a lugares o situaciones temidas.
- Aislamiento social y evitación de interacciones personales.
- Preocupación constante por la seguridad personal.
- Excesiva alerta y vigilancia en entornos públicos.
¿Cómo se trata la agrafobia y la contreltofobia?
El tratamiento de la agrafobia y la contreltofobia generalmente implica una combinación de terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición y técnicas de relajación. Estas terapias ayudan a desafiar los pensamientos irracionales y a enfrentar gradualmente los miedos relacionados con el abuso sexual.
Es importante buscar la ayuda de un terapeuta especializado en trastornos de ansiedad y traumas para recibir un tratamiento adecuado y efectivo.
¿Pueden prevenirse la agrafobia y la contreltofobia?
Si bien no siempre se puede prevenir la aparición de la agrafobia y la contreltofobia, es importante proporcionar un ambiente seguro y de apoyo a las personas que hayan experimentado abuso sexual.
La terapia psicológica temprana después de un trauma puede ayudar a procesar el evento traumático y prevenir el desarrollo de fobias. Además, es esencial promover la educación y concienciación sobre el abuso sexual para prevenir futuros casos y proporcionar recursos para aquellos que lo han experimentado.
Recursos externos: