Miedo a ser enterrado vivo Fobia – Tafofobia

¿Te imaginas despertar en un ataúd, completamente consciente de que has sido enterrado vivo? Es una pesadilla que nos hace estremecer, pero para algunas personas, esta situación es más que un mero temor ocasional. La tafofobia, o el miedo a ser enterrado vivo, es una fobia poco común pero real que afecta a quienes la padecen de maneras profundas y angustiantes. Exploraremos esta fobia en este artículo, desenterrando sus causas, síntomas y posibles formas de superarla. Si alguna vez has sentido un escalofrío recorrerte la espalda al pensar en ser sepultado bajo tierra, ¡no te pierdas esta fascinante historia!

Miedo a ser enterrado vivo Fobia – Tafofobia

La tafofobia (o tafefobia) es el miedo irracional a ser enterrado vivo. Está muy relacionada con otras fobias como: miedo a la muerte (tanatofobia), miedo a las lápidas (placofobia), miedo a los cementerios (coimetrofobia), miedo a los espacios estrechos y cerrados (claustrofobia), etc. La palabra tafofobia proviene del griego. Tafos significa «tumbas o tumbas» y Fobos que significa «miedo o ansiedad profundos».

Entre las muchas celebridades y personajes famosos que padecen esta fobia, los más famosos son el poeta Edgar Allen Poe, George Washington, el compositor F. Chopin y el escritor Hans Christian Anderson. Se cree que Poe estaba tan obsesionado con este miedo que a menudo lo utilizó como tema de sus libros (El entierro prematuro Y La barrica de amontillado así como El caso de Ujier de casa etc).

Causas de la tafofobia

A lo largo de la historia, hay varios cientos de casos documentados de personas a las que se dio por erróneamente muerta y se las enterró vivas, en gran parte debido a la falta de disponibilidad de medicamentos y equipos modernos.

A menudo las personas en coma (o las que padecían enfermedades como el cólera, etc.) no tenían pulso o simplemente se desmayaban y eran enterradas vivas. Algunos de ellos despertarían en la mesa de disección o funeraria, mientras que otros serían descubiertos abriendo la tumba familiar. Por tanto, a finales del siglo XIX predominaba el miedo a las tumbas o el miedo a ser enterrado vivo.Th y principios de los 20Th siglo y no es de extrañar que muchas tumbas y tumbas estuvieran equipadas con campanas para detectar tales «errores». Esto incluso llevó a la famosa frase “Salvados por la campana”. Otras técnicas más modernas utilizadas para ayudar a advertir a la «presunta persona muerta» incluyeron la instalación de conductos de aire, tanques de oxígeno y puertas de vidrio en los ataúdes.

La muerte misma da mucho miedo. Es desconocido e inexplorado. Nadie sabe lo que nos espera en el más allá. Por tanto, las personas que ya padecen ansiedad o depresión son más susceptibles a desarrollar tafofobia.

Los mineros que han tenido la experiencia negativa de quedar atrapados a varios cientos de metros bajo tierra también podrían desarrollar esta fobia. Otros eventos negativos o traumáticos, como: Por ejemplo, ser enterrado en la arena de la playa por diversión y quedarse solo durante horas puede desencadenar el miedo a ser enterrado vivo.

Los padres u otros adultos, sin saberlo, pueden inculcar este miedo en los niños al hablar de ello hasta el punto de crear una reacción fóbica genuina en el oyente.

Como se mencionó anteriormente, muchos libros, películas y programas de televisión han abordado este tema. Las personas que ya tienen miedo a los espacios cerrados y restringidos también pueden sufrir tafofobia.

Síntomas del miedo a ser enterrado vivo

La idea de ser enterrado vivo desencadena diversos síntomas físicos y emocionales en la persona afectada, entre ellos:

  • Respiración agitada, aumento del ritmo cardíaco, temblores, sudoración intensa, etc.
  • Otro síntoma es el comportamiento de evitación: el fótico evita espacios cerrados como sótanos, cuevas u otros espacios subterráneos. También se podría negarse a visitar cementerios o lápidas.
  • El fótico podría tener un ataque de pánico en toda regla, como por ejemplo: B. Llanto, gritos o fuertes deseos de escapar, etc.
  • Algunos que pueden permitírselo tienden a hacer arreglos elaborados para su funeral en su testamento, incluida la colocación de líneas de aire, cilindros de oxígeno, estimuladores cardíacos, etc. en los ataúdes. Muchos piden no ser enterrados durante al menos tres días después de su muerte.

La mayoría de las personas “normales” no entenderían por lo que está pasando el tafófobo, y esto a menudo conduce a burlas o intimidación, incluso a un aislamiento social de lo fótico. Imágenes cinematográficas de la muerte y el morir podían pasar constantemente por su cabeza. La fobia podría llegar a ser tan grave que podría ser necesaria una intervención médica.

Tratamiento del miedo a las tumbas.

Si la fobia interfiere gravemente con la vida cotidiana, lo mejor es buscar ayuda profesional. Esto incluye psicoterapia, asesoramiento psiquiátrico e hipnoterapia, etc.

La hipnosis y la PNL o la programación neurolingüística son especialmente útiles para llegar al fondo de la fobia. Ambas terapias ayudan a reprogramar la mente del fótico para que responda de manera más positiva al objeto de su miedo, en este caso tumbas o cementerios.

También se anima a las personas con fobia a realizar algunos cambios en su estilo de vida, incluida la actividad física diaria, participar en trabajos de caridad o voluntariado, optar por yoga, tai chi, respiración profunda y meditación, etc. Se sabe que estas prácticas mente-cuerpo reducen el estrés y superan cualquier depresión. que puede ocurrir desencadenando la fobia. También pueden ayudar a aceptar la muerte como la realidad última y parte del proceso natural de la vida, de modo que uno deje de luchar contra ella y aprenda a aceptarla.

Otra forma de superar el miedo a ser enterrado vivo es exponerse poco a poco a cementerios y tumbas. Se puede empezar mirando fotografías, películas, etc. relacionadas con las tumbas y luego visitarlas hasta que ya no se sienta miedo.

Estos son algunos de los métodos probados para superar la tafofobia.

¿Ahora que?
Lea los comentarios a continuación de otras personas que padecen esta fobia o comparta sus propias experiencias. Consulte también la sección Historias de lectores.

[automatic_youtube_gallery type=»search» search=»Miedo a ser enterrado vivo Fobia – Tafofobia

» limit=»1″]

Miedo a ser enterrado vivo: ¿Qué es la tafofobia?

El miedo a ser enterrado vivo, también conocido como tafofobia, es un miedo irracional y paralizante que afecta a muchas personas en todo el mundo. Esta fobia se caracteriza por un temor extremo a ser enterrado vivo y a permanecer en un lugar cerrado o confinado sin posibilidad de escapar.

Síntomas de la tafofobia

Los síntomas de la tafofobia pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen ataques de pánico, dificultad para respirar, sudoración excesiva, taquicardia, temblores y una sensación de terror abrumadora. Estos síntomas pueden ser desencadenados por situaciones cotidianas, como entrar en un ascensor o simplemente pensar en la posibilidad de ser enterrado vivo.

Causas de la tafofobia

La tafofobia puede ser causada por varias razones, y cada individuo puede tener una experiencia única relacionada con esta fobia. Algunas posibles causas incluyen:

  1. Experiencias traumáticas en el pasado, como haber quedado atrapado en un pequeño espacio durante un período prolongado de tiempo.
  2. Historias de entierros prematuros o personas que han sido declaradas clínicamente muertas y luego han despertado.
  3. Influencia de películas, libros u otras obras de ficción que representan situaciones de enterramiento vivo.
  4. Factores genéticos que pueden predisponer a una persona a desarrollar fobias en general.

Superar la tafofobia

Afortunadamente, existen tratamientos efectivos para superar la tafofobia y vivir una vida libre de miedo. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:

  1. Terapia cognitivo-conductual: trabajando con un terapeuta especializado, puedes identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos que desencadenan el miedo.
  2. Exposición gradual: enfrentar gradualmente tus miedos en un entorno controlado puede ayudarte a reducir la ansiedad y la intensidad de la fobia.
  3. Técnicas de relajación: aprender técnicas de respiración profunda y relajación muscular puede ayudarte a manejar los síntomas de ansiedad y pánico.
  4. Apoyo emocional: hablar con familiares, amigos o un grupo de apoyo puede brindarte el apoyo necesario para superar tus miedos.

Si sufres de tafofobia, es importante buscar ayuda profesional. Un terapeuta especializado puede ayudarte a comprender y superar tus miedos, permitiéndote vivir una vida más plena y libre.

Referencias:

Deja un comentario