¿Te cuesta abrirte emocionalmente y establecer conexiones profundas en tus relaciones personales? Si la respuesta es sí, es posible que sufras de afenfosfobia, también conocida como miedo a la intimidad. Este temor puede afectar negativamente nuestras vidas y limitar nuestras experiencias emocionales. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la afenfosfobia, sus posibles causas, señales de alerta y cómo superar este obstáculo para disfrutar de relaciones más cercanas y significativas. ¡No dejes que el miedo controle tu vida, descubre cómo vencer la afenfosfobia y experimenta una verdadera intimidad emocional!

El miedo a la intimidad se conoce con varios otros nombres, como afenfosfobia (el miedo al tacto) y filofobia (el miedo al amor). Como sugiere el nombre, la persona que sufre fobia a la intimidad teme la intimidad (intimidad compartida entre amantes u otras relaciones cercanas con padres, hermanos y amigos). Dado que la mayoría de las relaciones cercanas se basan en vínculos emocionales profundos, la persona que sufre este miedo no puede establecer una conexión significativa con nadie.
Causas de la afenfosfobia
El abandono y la devoración son los dos factores principales que probablemente causen afenfosfobia. Probablemente la persona afectada tenga miedo de intimar con su pareja porque piensa que eventualmente la abandonará. (En el miedo a las inundaciones, la persona teme “perder su individualidad” debido a la relación).
En general, las raíces del miedo a la intimidad se encuentran en la infancia, aunque las relaciones románticas dolorosas en la edad adulta también pueden conducir a dicha fobia. Como resultado, el fótico tiende a atraer a su pareja hacia él/ella, sólo para eventualmente alejarlo (la pareja). Esto hace que la relación esté llena de tensión, lo que a su vez afecta la intimidad física entre dos personas.
Los psicólogos clínicos también culpan a las relaciones turbulentas entre padres (debido a relaciones extramatrimoniales de ambos padres) por el miedo a la fobia a la intimidad en niños y adultos. Las víctimas de abuso emocional, físico y sexual también tienen probabilidades de sufrir afenfosfobia porque les resulta difícil confiar en alguien lo suficiente como para tener intimidad emocional o física.
Síntomas de afenfosfobia y miedo a la intimidad.
Existen varios síntomas y signos físicos, emocionales y cognitivos que indican el miedo a la fobia a la intimidad.
Los síntomas físicos incluyen dolor muscular, malestar gastrointestinal y náuseas, sudoración, aumento del ritmo cardíaco y temblores ante la mera idea de tener intimidad con alguien. A menudo estos signos se confunden con otras enfermedades, cuando en realidad son la forma que tiene el cuerpo de prepararse para una respuesta de lucha o huida durante la intimidad.
La persona que sufre de miedo a la intimidad también puede experimentar ansiedad severa y ataques de pánico. Probablemente se sienta asustado y confundido y sea incapaz de distinguir entre realidad e irrealidad.
El fóbico asocia el sentimiento de vulnerabilidad experimentado en el pasado con debilidad e inferioridad y trata de controlar a las personas o evitarlas por completo.
Tratamiento de la afenfosfobia
La autoayuda es el tratamiento más conocido para superar el miedo a la fobia a la intimidad. Tomar conciencia de este miedo es el primer paso en el proceso de curación.
Los expertos recomiendan hacer una lista y anotar pensamientos sobre los eventos que pueden desencadenar los síntomas anteriores. Los pacientes deben anotar sus suposiciones subjetivas, así como sus creencias, juicios y predicciones. Esto puede ayudar al individuo a buscar evidencia subjetiva de los pensamientos que le provocan ansiedad. Los pacientes también deben escribir las respuestas a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo peor que podría pasar si tengo intimidad?
- ¿Qué bien podría salir de la situación?
- ¿Qué tan soportables serían las consecuencias?
Estas preguntas pueden ayudarle a afrontar la situación paso a paso. Respirar profundamente e inhibir conscientemente los pensamientos negativos también puede ayudar a superar el miedo a la intimidad.
Además, existen muchas otras opciones de tratamiento, como terapia cognitivo-conductual y conductual, hipnoterapia, asesoramiento y psicoterapia, terapia de grupo y medicamentos para superar el miedo a la fobia a la intimidad.
Finalmente
El miedo a la intimidad definitivamente puede afectar la calidad de vida y también el funcionamiento diario. Si su miedo a la fobia a la intimidad le causa angustia o depresión, no debe dudar en buscar ayuda.
Lea los comentarios a continuación de otras personas que padecen esta fobia o comparta sus propias experiencias. Eche un vistazo también a la sección «Historias de lectores».
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