Miedo a la fobia al agua – acuafobia

¿Has escuchado hablar de la acuafobia? Seguramente sabes que el agua es esencial para la vida y no debería ser motivo de temor. Sin embargo, muchas personas sufren de una fobia inusual: el miedo al agua. En este artículo, exploraremos en profundidad la acuafobia, sus causas, síntomas y posibles tratamientos. Descubre cómo este miedo limitante puede afectar la vida de quienes lo padecen y qué puedes hacer si tú o alguien que conoces experimenta este temor irracional.

Miedo a la fobia al agua – acuafobia

Antes de profundizar en la acuafobia, es importante aclarar el malentendido entre los términos hidrofobia y acuafobia. Estas dos condiciones no son iguales: la hidrofobia es el miedo al agua que se desarrolla en las últimas etapas de la rabia. La acuafobia, por otro lado, es una fobia social definida como un miedo persistente, injustificado e irracional al agua.

Mucha gente le tiene mucho miedo al agua. Evocan imágenes de morir en el agua, ahogarse, luchar por respirar o encontrarse con cosas aterradoras e invisibles como serpientes o tiburones en el agua. A menudo quienes sufren de acuafobia no saben nadar. Algunas personas con fobia no sólo temen las grandes masas de agua, lagos, estanques o ríos, sino que muchas incluso temen el agua corriente o que les echen agua en la cabeza.

El miedo a ahogarse es un miedo racional y lógico que tienen muchas personas que no saben nadar. Sin embargo, las personas acuafóbicas experimentan un gran miedo ante cuerpos de agua de todo tipo, desde grandes océanos hasta pequeñas bañeras. Algunas personas ni siquiera pueden mirar una foto del océano sin temblar. Lógicamente, pocas personas se dan cuenta de que no se “ahogarán” en una bañera; pero son incapaces de controlar los pensamientos de muerte que les vienen a la mente.

Causas de la acuafobia

Casi 19,2 millones de estadounidenses padecen diversas fobias específicas, entre las que se incluye la acuafobia.

  • Las raíces de esta fobia se remontan a incidentes traumáticos previos relacionados con el agua, como casi ahogarse, ser empujado a una masa de agua por diversión o caerse de un bote o cubierta. Incluso se podría haber presenciado un acontecimiento traumático como el ahogamiento o la muerte de un ser querido en el agua.
  • El miedo al agua a veces se puede aprender de los cuidadores o de los padres: es posible que estos adultos hayan advertido al niño con demasiada frecuencia que no entrara en el agua o se acercara a ella. Un padre que tiene miedo al agua probablemente le transmitirá ese miedo al niño. Historias, películas, incidentes o noticias sobre ahogamientos, etc. también pueden provocar una profunda sensación de miedo al agua.
  • Las personas que no están acostumbradas al agua, como las que crecieron en zonas arenosas desérticas, tienen más probabilidades de desarrollar acuafobia.

En general, las personas que están constantemente muy ansiosas o tensas tienen más probabilidades de desarrollar acuafobia.

Síntomas del miedo a la fobia al agua.

Las personas con acuafobia suelen presentar los siguientes síntomas:

  • Intentan evitar el agua a toda costa.
  • Pueden experimentar ansiedad o ataques de pánico ante la idea de entrar en contacto con el agua.
  • Las personas que padecen acuafobia suelen sufrir de mala higiene, ya que evitan nadar durante largos periodos de tiempo.
  • Al ver el agua empiezan a hiperventilar; Tiene presión arterial y frecuencia cardíaca más altas o respiración superficial.
  • Puede desmayarse o desmayarse al ver el agua.
  • Sudar, temblar, llorar, temblar y otros signos de pérdida de control son comunes en personas con acuafobia.

Los síntomas varían según el grado y extensión de la fobia. Algunos pacientes ni siquiera son conscientes de su fobia y sus mentes subconscientemente piensan en formas creativas de evitar el agua en lugar de avergonzarse o experimentar angustia emocional.

Superar la acuafobia

En muchos casos de acuafobia, quienes la padecen no buscan tratamiento porque no afecta a su vida diaria. Sin embargo, cuando el miedo al agua interfiere con las actividades sociales y recreativas, hay que encontrar formas de reducir el estrés y superar la evitación del agua.

  • La terapia de exposición es la primera línea de tratamiento para tratar esta fobia. Hay dos tipos: exposición in vivo o virtual. En ambos casos, el individuo está expuesto al entorno aterrador y aprende a “desaprender” su miedo al agua.
  • En combinación con la terapia de exposición, los médicos suelen recetar ciertos medicamentos que pueden ayudar al fótico a volver a aprender a responder a los miedos. Los ISRS, o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, pueden reducir los ataques de pánico. Recuerde: los medicamentos no tienen efectos duraderos y pueden provocar síntomas de abstinencia. Por lo tanto, se debe tener cuidado para evitar el uso a largo plazo.

No hay dos fóticas iguales. Por tanto, los tratamientos para superar la acuafobia también deben ser diferentes. Afortunadamente, tienes muchas opciones y hoy en día hay mucha ayuda disponible si la estás buscando.

¿Ahora que?
Lea los comentarios a continuación de otras personas que padecen esta fobia o comparta sus propias experiencias. Eche un vistazo también a la sección «Historias de lectores».

Error 403 The request cannot be completed because you have exceeded your quota. : quotaExceeded

Deja un comentario

¡Contenido premium bloqueado!

Desbloquear Contenido
close-link