¿Alguna vez has sentido un miedo intenso ante un sonido fuerte? Quizás te hayas preguntado si este temor tiene algún nombre específico. Pues bien, la respuesta es sí, y se le conoce como fonofobia o ligirofobia. Estas fobias se caracterizan por desencadenar una respuesta de ansiedad extrema ante ruidos o sonidos intensos. En este artículo, exploraremos más a fondo qué es exactamente la fonofobia y cómo afecta a quienes la padecen. ¡Prepárate para adentrarte en el mundo del miedo a los ruidos fuertes!

El miedo a los ruidos fuertes se conoce con diferentes nombres: ligirofobia, acustofobia, sonofobia o fonofobia. Todos estos términos diferentes tienen su origen en griego y significan «ruido fuerte, sonido o alarma».
No importa qué tan bien preparado esté, el repentino estallido de una alarma puede sorprenderlo y causarle pánico. La ligirofobia es una fobia bastante común que afecta a muchas personas jóvenes y mayores en todo el mundo.
La gente suele poner alarmas para despertarse. También solemos instalar alarmas de seguridad y dormimos tranquilos sabiendo que gracias a estas alarmas estaremos avisados de intrusos o ladrones. Sin embargo, cuando suena la alarma, muchas veces entramos en pánico y nos desorientamos. En las personas normales, esta reacción suele durar sólo unos segundos y la mayoría de nosotros nos despertamos lo suficientemente rápido como para llamar al 911. Sin embargo, en el caso de la fonofobia, la persona afectada simplemente no puede hacer nada debido a los fuertes ruidos que hay a su alrededor. El término clínico para el miedo a los ruidos fuertes es ligirofobia (ligyro significa «agudo» en griego).
Exploremos en detalle las causas, los síntomas y el tratamiento de esta fobia.
Causas de la fonofobia
El miedo a los ruidos fuertes es, hasta cierto punto, innato en el ser humano. Desde los albores de la humanidad, cada sonido nuevo, agudo o fuerte ha hecho que la gente corra a esconderse para protegerse.
Los niños tienen más probabilidades de sufrir fonofobia porque son más sensibles a los estímulos sonoros incluso en la infancia. Para la mayoría de los niños, este miedo es temporal y desaparece con el tiempo. Sin embargo, en algunos casos, especialmente si ha habido un incidente traumático o negativo relacionado con el ruido fuerte, el miedo puede quedar grabado permanentemente en la memoria de quien lo sufre. En realidad, este es un mecanismo que la mente utiliza para protegerse de más traumas: al utilizar la misma respuesta condicionada de miedo una y otra vez, intenta proteger al individuo de más malas noticias/experiencias.
Los adultos con fonofobia tienden a tener otras causas para este trastorno de ansiedad. Por lo general, pueden sufrir de insuficiencia suprarrenal. misofoníao hiperacusia. Se trata de enfermedades mentales que pueden provocar una sensibilidad extrema a los estímulos sonoros. Estas personas tienden a temer el ruido sostenido y simplemente no pueden funcionar en ambientes ruidosos. autismo es otro factor que puede provocar miedo a los ruidos fuertes.
Es importante tener en cuenta que cada persona reacciona de manera diferente a diferentes sonidos. Incluso dentro de un mismo hogar, hay miembros de la familia que responden de manera diferente a diferentes sonidos. Algunos pueden sufrir migrañas, otros pueden haber experimentado un trastorno de estrés postraumático, que puede provocar ligirofobia. Es simplemente la forma en que las personas están hechas de manera diferente: así como una persona es mejor en un deporte en particular que otras, la capacidad o incapacidad para soportar ruidos y ruidos fuertes también varía de persona a persona.
Síntomas de la ligirofobia
Las personas que sufren ligirofobia o fonofobia muestran diferentes síntomas dependiendo de la intensidad de su miedo: náuseas, desmayos y sudoración se encuentran entre los síntomas más comunes, mientras que el deseo de escapar del lugar ruidoso es otro síntoma comúnmente reportado entre quienes los padecen.
En estos pacientes también se suele observar un comportamiento de evitación: tienen miedo de los fuegos artificiales ruidosos, de los mercados ruidosos y de las ciudades abarrotadas o de actividades como conducir por autopistas, etc., y los evitan. Los adultos con ligirofobia pueden sentirse avergonzados por su condición, pareciendo inquietos o incapaces de funcionar normalmente en entornos de oficina ruidosos. Por supuesto, esta condición puede ser muy restrictivo para ellos en su vida personal y profesional.
Los niños mayores con fobia también tienden a evitar los deportes, asistir a estadios ruidosos o negarse a participar en juegos, etc. Suelen taparse los oídos o tener un ataque de pánico en toda regla en tales situaciones. Es posible que se nieguen a socializar o a comer en restaurantes llenos de gente. Su comportamiento suele resultar muy embarazoso para los padres.
Tratar el miedo a los ruidos fuertes
Si el miedo a los ruidos fuertes causa angustia emocional perturbadora o una reacción física extrema que tiende a interferir con las actividades cotidianas, entonces es mejor buscar ayuda profesional para esta afección.
Se sabe que las terapias clínicas, incluida la terapia cognitivo-conductual, son extremadamente exitosas en el tratamiento y manejo de la ligirofobia. La TCC funciona educando al paciente para informarle sobre su fobia de una manera que le ayude a cambiar su perspectiva. También aprende a desafiar sus pensamientos y, mediante la exposición y la prevención de respuestas, aprende a superar su fobia para siempre.
Un enfoque clínico más directo para tratar la ligirofobia es la terapia de exposición. Funciona ofreciendo, en este caso, dosis muy pequeñas de estímulos perturbadores. Ruido– hasta que el paciente aprenda a desarrollar tolerancia a las dosis más altas de sonido.
Estas son algunas técnicas comprobadas para superar el miedo a los ruidos fuertes.
Lea los comentarios a continuación de otras personas que padecen esta fobia o comparta sus propias experiencias. Consulte también la sección Historias de lectores.
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Fobia al miedo a los ruidos fuertes: fonofobia o ligirofobia
La fobia al miedo a los ruidos fuertes, también conocida como fonofobia o ligirofobia, es un trastorno de ansiedad que afecta a muchas personas en todo el mundo. Aquellos que padecen esta fobia experimentan un temor desproporcionado e irracional ante sonidos fuertes, lo que puede afectar significativamente su calidad de vida.
Síntomas de la fonofobia o ligirofobia
Los síntomas de la fonofobia pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen:
- Palpitaciones del corazón
- Respiración acelerada o dificultosa
- Sudoración excesiva
- Temblores o sacudidas
- Sensación de pánico o ansiedad intensa
- Evitación de situaciones que puedan implicar ruidos fuertes
Estos síntomas pueden desencadenarse ante diferentes tipos de ruidos fuertes, como truenos, claxon de automóviles, música alta o incluso el sonido de un objeto cayendo al suelo.
Tratamiento de la fonofobia o ligirofobia
Si experimentas síntomas de fonofobia o ligirofobia, es importante buscar ayuda profesional. Un psicólogo o psiquiatra especializado en trastornos de ansiedad puede brindarte el apoyo necesario y ayudarte a desarrollar estrategias para superar tu fobia.
El tratamiento de la fonofobia puede incluir terapia cognitivo-conductual (TCC), en la cual aprenderás a identificar y modificar los pensamientos irracionales relacionados con los ruidos fuertes. Además, se pueden utilizar técnicas de exposición gradual, donde te expondrás de manera controlada a sonidos cada vez más intensos para enfrentar y superar tus miedos.
Es importante destacar que cada persona es única, por lo que el tratamiento puede variar según las necesidades individuales. Algunas personas pueden encontrar útil el uso de técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, para controlar sus síntomas de ansiedad.
Enlaces externos relevantes
Si deseas obtener más información sobre la fonofobia o ligirofobia, te recomendamos visitar los siguientes enlaces externos:
Recuerda que buscar ayuda profesional es fundamental para superar y controlar la fonofobia. No te sientas avergonzado de tu fobia, millones de personas en todo el mundo se enfrentan a desafíos similares, y existen recursos disponibles para ayudarte a vivir una vida plena y libre de miedo irracional a los ruidos fuertes.